martes, 21 de octubre de 2008

Cristina Peri Rossi nos felicita



Querido Jorge,

A veces se producen estas maravillosas confluencias: un texto, una pintura, un editor. No sabemos cómo: no sabemos cómo estaban los astros ese día; no sabemos si Venus amaba a Cristina y una de las Pléyades a Jorge, y una Ondina a Elisa Arguilé.

Los misterios no merecen ser develados: su belleza reside en su secreto, en sus cifras desconocidas. Confluencia: varios ríos que fluyen, aguas que sueñan, dibujos que flotan..... ¿tiene algo de la tragedia de Münch -de Eduard Münch: El Grito- la ilustración de esa boca despavorida que ha hecho Elisa Arguilé?

Este libro tiene movimiento y esa es su mayor belleza. Algunos pintores han querido pintar el movimiento: mi admirado Turner, por ejemplo. Yo quise atrapar una sensación, una embriaguez: la euforia suicida del náufrago sobreviviente. Y tú, el editor, quisiste que las aguas confluyeran para hacer esta joya que sería líquida (como el agua que construye cristales) si no fuera porque tú le pusiste tapas, tú le pusiste la tipografía sin la cual el texto es sólo un sueño.

Porque ojalá todos los editores tuvieran el deseo de hacer libros bellos juntando ríos.

Me emocioné al verlo: por fin un libro hecho a la medida de quien lo soñó (de quienes lo soñaron: autora-ilustradora-editor).

Gracias por contribuir a que un sueño tenga páginas, letras, dibujos y emociones.

Cristina Peri Rossi


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